Volviendo a la hipótesis del enfoque pedagógico que se expone, “La evolución de unas relaciones más gentiles y benignas en la sociedad humana, deberá ser reforzada por la promoción de una educación con una ética más positiva y de respeto en las relaciones entre los seres humanos y los animales y sus hábitats”, se puede relacionar con los trabajos de Margaret Mead, cuando expresa: “una de las cosas más peligrosas que pueden pasar en la vida de un niño es que éste ( el niño), torture o mate un animal y no se le corrija, ni se le dé importancia al hecho consumado. Este niño no aprenderá a moderar su agresividad ni a entender que no está permitido matar”.
No hay duda de que la agresión reiterada hacia los animales, nos informa de un caso grave de agresividad y posible patrón antisocial.
Por otro lado, como expresa nuestra hipótesis, podemos lograr en el niño la adquisición de sentimientos y conductas positivas hacia sus semejantes a través del respeto a los animales. Se trata de propiciar en él, la responsabilidad con los animales y, a través de este, el amor hacia todas las demás formas de vida.
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